martes, 14 de abril de 2009

8perchas





Ocho perchas es una mesa de madera pequeña para un salón que ha sido autoconstruida con ocho perchas de madera compradas en IKEA.
Antecedentes.
Mi mesa de salón necesitaba una renovación y yo llevaba un tiempo pensando en diseñar un mueble a partir de piezas en madera maciza de fabricación industrial y coste económico reducido. Una empresa que ofrece este tipo de piezas es la multinacional sueca IKEA. Hace un año construí un mueble para el baño y un macetero con unas piezas de nogal que se comercializan como estante de bañera. Como el resultado fue satisfactorio pensé en las mismas piezas de nogal para diseñar una mesa de centro para el salón.
Cuando fui a buscarlas descubrí que esas piezas de nogal estaban agotadas y no se sabía si las fabricarán de nuevo. Algo decepcionado me interesé por las formas curvas de unas perchas de madera. Me pareció que esas formas quizás podrían agruparse en un mueble que recordara el esqueleto de un animal. La idea era confusa pero me llevé unas cuantas perchas con un coste de unos cinco euros en total.
Diseño.
Diseñar un mueble con ellas no resultó tarea fácil. Empecé eliminando el gancho de acero que no me servía y una varilla delgada de madera que sirve para colgar pantalones en la percha. De esta manera quedaba la forma más limpia visualmente.
Comencé combinándolas espacialmente en distintas posiciones pero resultó mas difícil de lo que parecía . Las perchas utilizadas tienen superficies planas y curvas orientadas en distintos ángulos en el espacio. Combinadas en algunas posiciones daban una forma conjunta atractiva pero no era posible su ensamblaje resistente de una forma sencilla, o no se adaptaban a las dimensiones necesarias para la mesa.
Encontré varias soluciones interesantes , pero al valorarlas con más calma ninguna me terminó de convencer del todo. En una de ellas la forma conjunta no resultaba atractiva, en la otra la forma era estética pero el resultado generaba muchas dudas en cuanto a que tuviera la resistencia como estructura que le permitiera sostener el peso del cristal de forma fiable.
Estaba atascado, no avanzaba mucho y perdí el interés en el diseño por lo que lo abandoné por un tiempo . Decidí que si encontraba alguna idea nueva lo retomaría. Sinó al menos la experiencia habría sido interesante y reconstruiría las perchas para utilizarlas con su función original de colgar ropa.
Días mas tarde continuaba dando vueltas en mi cabeza cómo encajar las perchas; se habían convertido en un puzle con el que me apetecía jugar .
Encontré una configuración para las "patas de la mesa " que era atractiva como forma, se adaptaba a las dimensiones y podría ser estructuralmente resistente. Consistía en ensamblar dos de las perchas generando una forma parecida a la de letra X. Parecía un punto de comienzo. El siguiente problema era cómo ensamblar dos de estas "X" para que sostuvieran el cristal con una forma atractiva y resistente.
La búsqueda en este punto fue infructuosa. Me empleé a fondo en buscar combinaciones posibles, pero ninguna era aceptable. Unas requerían un ensamblaje complejo. Otras generaban dudas en cuanto a su resistencia al peso.
Volví a tomarme un descanso de una semana. El diseño me seguía motivando pero no estaba a mi alcance resolverlo. Quizás me había impuesto demasiadas limitaciones y las piezas elegidas no daban para resolverlo. Quizás cambiando el planteamiento del problema avanzara algo.. Las perchas curvas me gustaban por sus extremos redondeados para la zona de las patas, pero para la parte superior no funcionaban. Decidí intentarlo con unas perchas muy similares a las anteriores pero con forma mas plana.
A partir de este punto empezaron a florecer soluciones más interesantes, tanto estéticamente como en sencillez de ensamblaje. Me decidí por una que me atraía por ser sencilla y estilizada. Mostraba un alzado en forma de arco que resultaba visualmente ligero, lo que podría encajar en una mesa con cristal. Sin embargo no parecía suficientemente resistente . Sin construirla no podría aclarar este punto. Seguramente necesitaría reforzarla estructuralmente. Era el momento de construir. Lo peor que podía pasar es que no funcionara y hubiera perdido el material de las perchas.

Construcción
Tras lijar las superficies las ensamblé : unos taladros pasantes, cola de madera y unas varillas de madera de siete milímetros. Una vez seco el adhesivo comprobé que la resistencia parecía suficiente sin añadir los previstos refuerzos. La probé con el peso del cristal: la resistencia y estabilidad eran suficientes.
Lijar, tapar algunas juntas y barnizar. Como la madera era desigual y no tenía una veta atractiva no me convencía su aspecto barnizada. Volví a lijar y la esmalté en rojo oscuro. La terminación pintada era adecuada, en un vistazo rápido se podría dudar de si era metálica. Le instale las ventosas que sujetarían el cristal y le puse el cristal. Tenía el aspecto de esqueleto de animal en que pensé cuando elegí las perchas.
Tras observarla y usarla unos días el resultado me sigue resultando atractivo. Y cumple su función como mesa adecuadamente.
Al margen del resultado obtenido el proceso de diseño ha sido interesante en sí mismo y he aprendido algo sobre cómo avanzar cuando te atascas en un proceso de diseño.
El resultado tiene sus limitaciones y se pueden mejorar detalles, sobre todo un ensamblaje más preciso y una terminación y pintura de mejor calidad.
Al observar la mesa terminada me recuerda que lo he pasado bien diseñándola, lo que refuerza mi autoestima y me anima a probar con otros diseños.
Seguiremos buscando...
Abril 2009

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